Hoy he estado currando en una exposición fotográfica sobre la historia del siglo XX en el Museo de Historia de Berlín, donde me he encontrado con esta singular fotografía.
Los pastores alemanes del país teutón siempre han estado muy bien entrenados, y si no que se lo pregunten al futbolista Dieter Wöske. La foto que ilustra el partido es del Fortuna Dusseldorf contra el FC Köln de 1959. Según leo en la página del FD, el extremo izquierdo pudo seguir jugando, aunque fue incapaz de evitar la derrota de su equipo por tres goles a cuatro. Y es que parece ser que aunque Wöske pertenecía a la escuadra local, era tan poco querido por allí que hasta le mordían los perros de su propio estadio. Por cierto, el chucho se llamaba Ajax.
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