Ser Cristiano no te convierte en Ronaldo

Algo parecido al título del post era lo que rezaba una pancarta en el último Mundial de Sudáfrica durante el partido de brasileños contra portugueses.
Ronaldo deja el fútbol pero la esencia permanece: habrá mejores o peores, pero Ronaldo solo habrá uno.
Llegará el día que le contemos el fútbol a nuestros nietos, días en los que recordaremos a esos futbolistas que nos hicieron esbozar una sonrisa y amar este juego.
Y uno de esos futbolistas siempre será el gran Ronaldo Luís Nazário de Lima.

Dos lesiones en la rodilla. Dos años en blanco.
Jamás se valorará lo suficiente el tesón del brasileño para volver a ser grande, para levantarse del suelo tras romperse la rodilla dos veces seguidas.
Como el Ave Fénix, resurgió de sus cenizas para volver a reinar sobre el resto.
Tal vez con más peso y menos radio de acción, su fútbol ya no partía desde el centro del campo, pero aún así sus últimos quince metros era mortales.

Las aficiones rivales le llamaban Gordo, partido tras partido, gol tras gol. 
Pero en el fondo todos sabían que El Fenómeno jamás moriría, que jamás claudicaría.
Pasado de peso y con solo pierna y media seguiría condicionando partidos, metiendo el miedo a las defensas contrarias y partiendo cinturas sin tocar siquiera la pelota.

Ronaldo pasó durante toda su carrera por diversos estados futbolísticos, lo que le hizo parecer un futbolista diferente cada vez.
En su primera etapa, aquella que acabó en Barcelona, era un velocista con una técnica especia.
Luego llegó a Milán y evolucionó, aprendió el arte de la pausa.
Tras la lesión, el brasileño viajó a Madrid y el jugador que enfilaba el vestuario del Bernabéu era alguien completamente diferente.

Su forma de jugar no pudo ser la misma, su físico no le respondía cómo antes.
Así que tiró de algo que le sobraba: el talento. 
Aprendió a asociarse, a jugar de espaldas a la portería y reservar esfuerzos para los momentos importantes.
Luego en Milán y Brasil tuvo que reducir su juego a la definición, a provocar miedo en el contrario.
El físico dejó definitivamente de acompañar a Ronaldo.

Ahora se retira, como se irán retirando otros grandes goleadores de los últimos años como Van Nistelrooy, Henry, Del Piero, Raúl o Totti.
Pero en el fondo, cuando pasen unos años y echemos la vista atrás, seguiremos pensando lo mismo que pensamos hoy: Ronaldo sólo hay uno.





7 comentarios:

Andreas Mauer dijo...

El gol contra el Compostela fue extratosférico. El Ronaldo del Barça no era humano. Me acuerdo de los italianos con lo de "ronaldo vuelve a volar"

Alex Sancheski dijo...

@ Andreas Mauer

Ronaldo es sin duda uno de mis jugadores preferidos, seguramente junto con Raúl y Zidane.
El brasileño tenía una cosa que casi ninguno tiene ahora: era muy feliz jugando al fútbol.

Eme dijo...

Y además era una fuente de rumores inagotable: ¿os acordáis cuando se lió con un travesti?

Esas cosas también hacen grande al fútbol.

Anónimo dijo...

Penoso que para tener que elogiar a Ronaldo haya que meter una puya contra Cristiano en el título. ¿Por qué? ¿A santo de qué? Ronaldo ha sido y es, una figura mundial del fútbol que para ensalzarle o destacar su originalidad, ser único, no hace falta meterse con Cristiano. Penosos y triste. Meter el desprecio que debe sentir uno hacia Cristiano para esto.

He pasado de casualidad por esta página y echar un vistazo y estoy harto de antimadridismo más o menos recalcitrante. Triste. Y veo que aquí es igual. Nada d eobjetividad.

Alex Sancheski dijo...

@ Anónimo

Siento que no hayas entendido lo que quise expresar con el titular, fallo mío sin duda.

En ningún momento hemos aprovechado este artículo homenaje para atizar a Cristiano, era una simple observación de lo que significa Ronaldo en Brasil.

Si después de esta explicación sigues pensando que el título es una crítica al portugués lo respetaré, pero te invitaría a que pasaras por la web más menudo, seguro que terminas cambiando de opinión.

Andreas Mauer dijo...

Bueno, hay que perdonar al anónimo. Antimadridismo dice y somos los 3 que publicamos del madrid. Ser objetivos es para él ser antimadridista.

Sr. Gordipan dijo...

Por no decir que el otro Ronaldo también jugó en el Madrid.

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