Real Madrid 3 - Olimpique Lyon 0. Hostales, cerveza alemana e institutos

La Champions y el fútbol online no se llevan bien. Los partidos en sopcast con buena resolución y los streaming que no se caen por 3000-4000 visionados a la vez son cosas que en Champions no ocurren. En estos partidos los blogs que tienen host en blogger evidentemente no soportan la cantidad de visitas que llegan, a veces incluso más que una portada en menéame. Pero evidentemente si la idea de dichos blogs es sacarse algo de dinero con la publicidad, los costes se intentan reducir al mínimo. 

Semana de Champions significa pues irse de bares. El problema es que no sabes en que sitio van a darte al Madrid o al Chelsea. Finalmente nos decidimos por el hostal donde se reune la peña del Barça, donde tienen una buena pared donde proyectar y unos cuantos televisores repartidos por todo el bar. Por primera vez en cuatro años iba a volver a ver la Champions en su tamaño original (tres metros de ancho por dos de alto). 

Así que finalmente entre alemanes que apoyaban al Lyon, unas erasmus de Milán que estaban de visita y un instituto español que hacía lo mismo, pudimos ver el partido (los chavales del instituto me pidieron que les comprara las cervezas porque sus profesores habían dicho en la barra que no les vendiesen alcohol, yo sin litro y medio de cerveza no se que habría hecho con mi ansiedad).

En definitiva, por fin tras años de no pasar de octavos el Real Madrid llega a situarse entre los ocho equipos más felices de Europa, ahora, ya sin maldiciones ni hechizos le tocaría por lógica ser uno de los candidatos más fuertes, como dijo Messi: Barça, Chelsea y Madrid los mejores de esta Champions. Porque el Madrid puede caer en cuartos, pero anoche mostró que vuelve a ser uno de los grandes. Por fin se demostró que hay un equipo, muy diferente a aquel de los primeros partidos donde Ronaldo batía los records de tiros fallados a puerta y espero que de aquel del 5-0, pronto se verá.

Marcelo anoche se ganó un galón más, fue decisivo y se ve que a cada partido el peso de su participación en el juego del Madrid aumenta exponencialmente. Un futbolista que llegó entre aquellos brasileños tras la sombra de Roberto Carlos se ha ganado un nombre entre los laterales izquierdos de los últimos años. Marcelo levantando los brazos tras una de sus primeras jugadas para animar al público era como un tiro de dopamina directo al cerebro, imposible no gritar. 

Treinta y siete minutos de espera hasta que llegó el gol del brasileño, treinta y siete minutos que parecían horas. Aquello parecía eterno, el Madrid estaba perdiendo el centro del campo y fallando pases que mostraban la tensión latente, pero una entrada como siempre desde atrás con un recorte en el área acabó con el balón dentro de la portería. De nuevo con los brazos levantados, Marcelo exigía al público su participación, a mi me tenía enamorado. 

Luego minutos de tuya y mía, jugadas para ambos lados, pero casi siempre con más peligro en el área de Lloris. La famosa maldición de octavos seguía sonando en los comentarios de los aficionados, todos necesitábamos un segundo gol. Con un 1-0 todos apostábamos a que el Lyon marcaba en los últimos 10 minutos, pero gracias a Benzema y a su nuevo estado de forma y de juego el segundo finalmente llegó. Por fin tras años sin Champions el Madrid se veía en cuartos, aquel gol fue un suspiro colectivo, un peso que todos nos quitábamos de encima tan grande como vergonzoso. Minutos después Di María en un uno contra uno le hizo una vaselina al portero. El Madrid en cuartos de final, este año los reyes magos se han portado.

En el próximo sorteo Mourinho no quiere ni a Chelsea ni a Inter, yo no creo que Schalke toque, ¿Raúl jugando contra el Real Madrid? Eso es como la paradoja del abuelo en los viajes en el tiempo, eso de si viajas al pasado y matas a tu abuelo no habrías nacido y por lo tanto no habrías viajado a matar a tu abuelo. Situaciones extrañas que sólo pueden solucionarse con universos paralelos. Raúl marcando al Madrid, raulistas contra antiraulistas, Manolo Lama hablando, Inda frotándose las manos pensando en portadas... En casos así, tenemos que ser todos condescendientes y comprarles unas cervezas a aquellos chavales del instituto a los que su profesores no les dejaban beber anoche, nadie podría soportar eso.

P.D: Muchachos yo os entiendo, pero si os compraba la cerveza vuestro profe me iba a dar la brasa. 

1 comentario:

Nine dijo...
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