Real Madrid 4 - Tottenham 0. La noche de Adebayor y Raúl.

Tras mis dos semanas de vacaciones en el sur peninsular no hay nada como volver un lunes a las doce de la noche y que al día siguiente haya Champions. Después de pasar las típicas calamidades de un viaje con Ryanair, turbulencias más dolor de oídos por la descompresión (mi Renault 5 con las ventanillas subidas aísla mejor), y después de un aumento de mi masa corporal en cinco kilos gracias a las tapas, paella y demás variedades gastronómicas, no hay nada como empezar la semana en martes, haciendo dieta, yendo a correr y bebiéndote dos litros de cerveza alemana por la noche con el estómago vacío mientras tu equipo le mete 4 al rival y tu celebras los goles en un pub-hostal rodeado de ingleses. 

No se de que me alegré más ayer, si de que el Madrid diese una buena imagen y tenga ya pie y medio en las semifinales, o de que Raúl y su Schalke acabaran ganando 2-5 a un rácano Inter que a mi parecer bastante ayuda divina tuvo en los octavos. Lo de anoche fue todo fue un regalo para los madridistas: volver a jugar los cuartos tras siete años de mirar como otros se lo pasaban bien, además de otra demostración de que el fútbol italiano tiene que reciclarse. Jugar con Zanetti y Maicon como únicos jugadores de banda contando con que Etoo caiga no puede funcionar si el equipo no esta extramotivado, si no se aprovecha cada falta y cada saque de esquina y si no se gana cada balón dividido en el centro del campo, para eso se tiene a cuatro medios en el centro. Un dato curioso, Raúl fue el jugador con más distancia recorrida en el partido de ayer, por encima de Maicon (que debería hacer cada partido 4 maratones y media por la banda) y por encima de Etoo que con el físico que tiene deberían dejarle que presionase más arriba. 

El Madrid por su parte tuvo la ayuda de una expulsión y un gol temprano. Crouch arriesgó demasiado teniendo amarilla y terminó pagándolo, con el 4-0 a ver cuanto tiene que esperar para volver a jugar unos cuartos de Champions. A parte de la jugada el partido estuvo marcado por un control del Madrid y una escasa respuesta por parte del Tottenham, que se limitó a defender y tuvo un par de subidas de Bale y una de Van der Vaart en el área, el cual jugó más de nueve que de mediapunta, Redknapp debería haber sacado mucho antes a Defoe. 

Adebayor tuvo su día, dos goles que harán callar a muchos periodistas que querían mandarlo de vuelta al City, los mismos que quisieron que se fuese Benzema hace unos meses y que ahora se excusan en cosas como que no es un nueve puro o que debería ponerse la bota izquierda en el pie derecho, el problema del Madrid de siempre, ni dios todopoderoso Zidane se escapó de las críticas. El togolés tuvo su noche, Pepe  tuvo quince minutos tremendos contra Crouch (que alguien lo renueve ya, yo pongo 5 euros al mes), Di María marcó un golazo que se verá más a menudo, un zurdo con tan buen tiro entrando desde la derecha tiene que marcar unos cuantos así, Ronaldo al ochenta por ciento sigue siendo un torbellino, aunque el cerrojazo del Tottenham no le permitiese explotar su velocidad, en definitiva el equipo en conjunto tuvo una buena nota no sólo por el resultado sino por como también anularon las bazas del rival, ni Modric, ni Bale, ni Van der Vaart consiguieron poner en peligro al Madrid. En la vuelta espero ver más fútbol por parte de los ingleses, en Champions no hay que confiarse ni con cuatro goles de diferencia.

Esta noche dudo entre ver el Barça o el derby inglés. Yo, como Guardiola, creo que los catalanes no lo tienen fácil. Jugar contra un equipo de una liga como la ucraniana tiene que ser difícil de preparar, no es lo mismo ver como Chyngrysky marca a un rival desconocido y con perfil bajo que como Piqué lo hace con Nilmar o Rossi. En ciencia se le llama extrapolación, suponer que los resultados de un grupo se pueden aplicar a otro, la extrapolación evidentemente es más factible cuando los grupos son similares. Dejando las teorías científicas, saber como van a responder los ucranianos es difícil, además su primera vez en cuartos les dará un extra de motivación. Yo apuesto por una victoria corta por parte del Barça, pero por otro lado ya perdí los quince euros que eché a Bwin este año, así que mejor no hacerme caso.