Real Madrid 2 - Zaragoza 3. Revoluciones, fútbol y la conquista de la Galaxia.

Llega el primero de Mayo después de las derrotas del Madrid y Barcelona en liga dando la sensación de que todo está dicho y que poco más queda que hacer en nuestra competición nacional, a excepción de la parte baja de la tabla donde, mientras quede esperanza, seguirá habiendo guerra, como pudimos ver ayer. 

Anoche a tres mil kilómetros de distancia empezaban los preparativos para otra guerra. El barrio de Kreuzberg en Berlín se despierta hoy con fachadas cubiertas de metal, bancos que amurallan sus cristaleras y calles repletas de furgonetas de policía. Cuando llega la noche se empieza a oler la tensión, las filas de policías son cada vez mayores, y cada cierto tiempo un botellín les cae de algún lado. Se escuchan gritos, gente corriendo y muchas sirenas. Lo mejor es irse antes de que salte la chispa y te encuentres en medio de una carga policial, justo cuando empieces a oler los contenedores ardiendo o ver que en vez de botellines como arma arrojadiza ahora vuelan adoquines, en ese momento estás tardando en irte.

Mourinho va a tener que quedarse en mitad de la guerra hasta que acabe la liga. Si gana con el plan B, el de Benzema, Kaka e Higuaín se le criticará por no haberlos sacado en Champions, si pierde está tirando la Liga, por lo que no hay salida posible que le beneficie. El mayor problema de todo esto es que Florentino lee la prensa, y lamentablemente tenemos muestras de que suele dejarse llevar por esta, en vez de aplicar la lógica y dedicarse a hacer dinero y ceder el control técnico a Valdano, a Mourinho o al que sea el director técnico del proyecto. 

Ahora llega la vuelta de Champions y el portugues se enfrenta a otra disyuntiva, ir a intentarlo o a que no nos hagan otra goleada. Parece que no tiene muchas soluciones, si se lanza a defender el encuentro para conseguir un 0-0 ó un triste 1-0 ó 0-1, se le va a criticar más que nunca, además, los jugadores parecen no estar muy de acuerdo con jugar al contragolpe. Le queda la opción de subir la presión hasta la línea de fondo del rival, presionar hasta a Valdés y arriesgarse a que caiga otro 5-0. Creo que si se hace una presión constante, sin descansar un segundo nadie te hace cinco, creo en aquello de "la mejor defensa es un buen ataque" y creo que si el Madrid sale a sudar como nunca, dejándose la vida en el campo, con el espíritu de Juanito, el espíritu de Raúl o el espíritu Santo, ningún madridista criticaría una derrota. Para que Mourinho se elimine y no le critiquemos va a tener que sacar a gladiadores. Como ya dije, si morimos, que sea matando. Pero por otro lado puede que tome la vía media, un equipo más ofensivo con una presión un poco mayor y algo más de intención por tocar la pelota. No creo que valga de nada. Hay que tomar una decisión y no titubear en el once incial, ahora, más que nunca, hace falta que sea Mourinho.

Sé que este post debería hablar sobre el encuentro de ayer, pero es lo que pasa con el fútbol, que cada uno tenemos un entrenador dentro y pensamos que algo se podría cambiar. Podemos ser una pesimistas en la política y unos derrotistas en la vida, pero en el fútbol no abandonamos la joven idea de "un mundo mejor es posible", como chavales con ganas de revolución, capaces de hacer el once perfecto, de diseñar la táctica indestructible, de vencer al mayor rival, de dar un giro a la rueda de la fortuna y demostrarle al mundo que la razón es de uno, de ahí viene el poder de los videojuegos de fútbol y de ahí viene el poder de las discusiones futbolística. Tanto en barra en bar como en el post de un blog, cuando nos emocionamos se nos sube el alcohol a la cabeza aunque lo que bebamos sea agua mineral y nos perdemos en la conversación, comenzando por hacer un análisis de un partido y acabando en tres renglones por dominar el mundo. Me voy, el uno de Mayo me espera, me daré un par de vueltas y terminaré pidiendo Sushi para llevar, el espíritu revolucionario se me irá y acabaré acostándome temprano, que mañana hay que madrugar. Soñaré con que soy Mourinho y les digo aquello de "señores, somos el Madrid".