Hertha Berlin - Stuttgart: Viviendo la Bundesliga con los hinchas del Stuttgart

Después de largos días liado entre trabajo y escribir mi tesis (es decir, no ser persona) he conseguido encontrar un hueco para escribir un nuevo post. Desde uno de los lagos a las afueras de Berlín, conectado a través de mi móvil he conseguido después de un rato toqueteando Chrome (el cabrón no va bien en Ubuntu pero en Debian va perfecto, si algún nerd-freak buen rollo que nos lea tiene la solución se lo agradezco enormemente), abrir el editor de blogger. Aquí en un pequeño hueco mientras mi novia se echa una siesta y un grupo de alemanes sesenteañeros se bañan desnudos a escasos metros de mi me decido a escribir un post sobre mi desvirgación en la Bundesliga. Lamentablemente el partido de anoche de Madrid-Getafe no tendrá resumen porque me fui de cervezas y solo vi la primera parte (se que Roncero lo haría, yo todavía tengo ética).

Empezamos: hace unos días unos compañeros de la oficina que son de Stuttgart compraron entradas para el Hertha Berlin - Stuttgart y me dijeron si me apetecía ver el partido, avisándome eso sí, de que íbamos a sentarnos con los ultras de su club del alma. Aunque mi jefe que es del Borussia Dortmund me avisó que el partido iba a ser aburrido yo decidí ir a verlo. Aquí venden cerveza en el estadio y vivir un partido de la Bundesliga entre los hinchas y poder sacar unas cuantas fotos me parecía buena idea.


Olympiastadion de Berlin
Aquella fue mi segunda vez en el Olympiastadion, un cachalote de edificio muy a lo nazi, con unas rejas a la entrada que te hacen creer que estás entrando a un campo de concentración y no de fútbol.


 

Después de 40 minutos en un metro abarrotado, con una cerveza en la mano y dos en los bolsillos, con sudor en la frente y escuchando gritos de veinteañeros aficionados hooliganeros, conseguimos llegar al estadio y comernos una salchicha con ketchup y curry (famosa Currywurst) acompañada de patatas bañadas en ketchup y mayonesa. El siguiente paso evidéntemente era conseguir una cerveza, pero por razones extradeportivas (los del Stuttgart parece que son muy violentos) en el estadio solo se vendía cerveza rebajada con fanta (medio litro de cerveza con 2.5 grados a 5 euros). Mantener el nivel de alcohol en sangre salia caro.

Una vez que encontramos nuestros asientos, justo en el fondo donde estaban los aficionados del Stuttgart, llegó el zafarrancho de combate. Un grupo de 50 chavales por debajo de los 30 con un alto porcentaje de individuos por encima del metro noventa y rondando los 100 kg, muchas cabezas rapadas y muchas horas de gimnasio. La jauria se lanzo desvocada a la primera linea y desplego sus pancartas y banderas a la vez que hacian cortes de manga a la grada donde los aficionados berlineses se encontraban. A mi jefe parecio gustarle el rollo hooligan y me dijo de bajar a las primeras filas. Aquello parecia una escena de gang bang, con miles de salvajes con tatuajes y pechos sudados gritando a coro. Mientras estaba allí escuché a cuatro chavales hablando en un idioma extrañísimo donde cada cuatro palabras una era inglesa. Yo con un par de cervezas encima me dirigí a los chavales a preguntarles si eso era luxemburgués o algun tipo de holandés raro, pero finalmente eran escoceses de un pueblo cuyo nombre nunca intenté entender. Resulta que aquella era su primera noche en Berlín y se cruzaron con una masa de gente yendo hacia el estadio y la siguieron cual oveja, se compraron la entrada, y se sorprendieron del extraño sabor de la cerveza alemana. Después de explicarle que no se vendía cerveza real me preguntaron si los azules eran mejores que los blancos y si habia algun jugador bueno. Mi jefe nos dio entonces un repaso general de los dos equipos y yo, que ya habia visto 20 minutos de partido comenté: "es como la segunda division española". No habían enlazado ni una sola jugada de ataque sin que hubiese un par de rebotes y un poco de suerte de por medio; la estrella del Stuttgart era un japonés que se dedicaba a hacer regates sin sentido en la banda; los mediocentros no pasaban un balón en condiciones y el entrenador aun viendo eso se empeñaba en intentar un tikitaken imposible que resultó en un esperpento, tikitaka a 2.5 grados. Una pena que el Stuttgart, un equipo que hace poco tenía a Mario Gomez y Khedira se haya convertido en un equipucho con tan poca calidad. Después de esto y acostumbrado a ver los partidos del Madrid y Barça me pregunto como es el día a día de periodistas como Julio Maldonado, si ver la primera alemana es duro, como sería ver la liga albanesa o moldava. 

Nada, al final del partido el Hertha ganó y mis compañeros del Stuttgart se quedaron con las ganas de ver a su equipo ganar, empezaron a aparecer policías de todos lados, con caballos, a pié, en coche, en biciclo... Bajé del tren en mi estación, me compré una cerveza normal y me enteré de que mientras yo estaba viendo aquel bodrio, el Barça había ganado la supercopa contra el Oporto. 



9 comentarios:

Sr. Gordipan dijo...

No se a que te refieres con que aquello parecía una escena de Gang Bang, pero según la wikipedia un "Gang Bang es un tipo particular de orgía en la que una mujer o un hombre mantiene relaciones sexuales con tres o más hombres por turnos o al mismo tiempo"

Andreas Mauer dijo...

pues imaginate nada más que tios sin camiseta sudados y berreando. Yo veo la similitud.

Sr. Gordipan dijo...

Ok, perfecto, es lo que me temía

metaltulkas dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
metaltulkas dijo...

Creo que las fotos del gang bang son estas:

http://www.cannstatter-kurve.de/index.php?galerie=1112/06%20Hertha%20BSC%20Berlin%20-%20VfB%20Stuttgart

Andreas Mauer dijo...

exactly

JYesares dijo...

Hola.

Quiero ir a ver el Hertha contra el Schalke, que es en diciembre y queremos un poco evitar el Gang Bang. Creo que a Raul no le van estos rollos.
Andreas, ¿recuerdas en que fondo se situan los hinchas del Hertha?

Sr. Gordipan dijo...

Hola JYesares, creo recordar que los hinchas del Hertha se situan en el fondo oeste. De todas formas los precios son bajos, por lo que no tenéis que ir a un fondo si queréis estar más tranquilos.

JYesares dijo...

Pues sí, están baratas. Pero somos un grupo grande de erasmus y ... ya sabes tú, anteponemos 10 euros a la vida! ejje. Gracias por contestar.

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