Juegos de Pelotas: International Superstar Soccer Deluxe


Futbolistas virtuales calcados a su equivalente real, jugabilidad infinita, todos los torneos del planeta o todas las diferentes tácticas que podamos imaginar. Así son los actuales simuladores de fútbol que podemos encontrar en el mercado.
Pero no siempre fue de esa manera, cómo ya hemos podido observar en anteriores entregas de Juegos de Pelotas.
Hoy recordaremos uno de los juegos más valorados por los aficionados a los simuladores futbolísticos, el añorado International Superstar Soccer Deluxe de la extinta Super Nintendo.



El juego fue una secuela del International Superstar Soccer. Salió al mercado en el año 1995 y supuso un pequeño punto de inflexión en lo referente a juegos de fútbol.

Imágenes mucho más parecidas a las de un partido de fútbol real, los futbolistas presentaban más movilidad y una amplia gama de controles, disparos, centros y pases.
En defensa, alternaban controles básicos como el robo de balón o la entrada por el suelo con otro más sorprendentes como el empujón.


Una de las cosas que a priori suponían un inconveniente era la ausencia de los nombres oficiales de los jugadores.
Y digo a priori porque con el paso de los años todos los jugadores de aquel videojuego guardan un cierto cariño con los Allejo, Capitale, Murillo o Sieke.
Además poco a poco se empezaron a conocer algunos de los jugadores reales que esos nombres representaban.
Capitale era Batistuta, Valderrama era bautizado como Murillo o se supo que Galfano era Roberto Baggio.
Como podemos ver, toda una colección de nombres míticos de la historia de este deporte.

En total se podían escoger entre 36 selecciones nacionales, cada una de ellas con su formación y estrategia particulares, aunque estos parámetros podían cambiarse a la hora de jugar.
Además existían varios equipos más, formados por los mejores futbolistas del juego, aunque no podían ser utilizados para los torneos.





Los estadios y los árbitros también eran diferentes, cada uno con sus características, lo que hacía que cada partido fuera diferente.
Incluso se podía modificar la dificultad del contrincante para personalizar aún más el juego.
Esta era una de las mayores diferencias con el resto de juegos del mercado: los partidos ya no eran una fotocopia tras otra.

Como curiosidad, al remontar el partido aparecía en el videomarcador la imagen de dos futbolistas abrazándose, si había gol en propia puerta aparecía de rodillas lamentándose y si uno de los jugadores realizaba un Hatt-Trick veíamos su imagen celebrando los tres goles.
Detalles que hacían de éste un juego mucho más completo del resto.

Por último tenemos las diferentes modalidades de juego.
Copa Internacional, Serie Mundial, Amistoso o Copa Personalizada eran muchas de las opciones que nos encontrábamos, aunque nos extenderemos en la que creo era la más interesante: el modo Escenario.
En este modo nos encontrábamos ante una serie de partidos en los que los equipos estaban preseleccionados y el jugador debía cumplir una determinada misión.
Desde empatar un partido perdido a tener que darle la vuelta al marcador, todo esto con un tiempo límite.

De vez en cuando, en esta época donde el fútbol pierde romanticismo a pasos agigantados, conviene acercarse a los clásicos y disfrutar un poco de esos videojuegos del pasado que tantas alegrías nos dieron.










3 comentarios:

Andreas Mauer dijo...

Ostia no me acordaba del truco para convertir al arbitro en un perro. Yo no tenia la supernintendo pero si un colega que jugaba horas y horas, que por cierto ahora esta en la seleccion española de futbol playa.

Alex Sancheski dijo...

@ Andreas Mauer

Tampoco conocía el truco del perro, y mira que he jugado.

Yo aún lo tengo y de vez en cuando mi hermano y yo nos echamos alguna partida para recordar cuando éramos más pequeños y pasábamos el fin de semana entero jugando.

Sr. Gordipan dijo...

Horas y horas y horas... desde el primer iss hasta el pro del 2009. Cuantas habran podido ser sumandolas? 3 meses de mi vida, 6 meses?

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