Ida de champions, madrid 0 - Barça 2. Messi reincidente

Es difícil hacer una crónica de un partido cuando tu equipo favorito pierde en casa contra su principal rival, más aún cuando el único tiempo que tienes es la pausa del café en una oficina repleta de gente y cuando tu escritorio está a menos de cinco metros de la cocina. Escucho a dos italianas discutiendo no se de qué, a un alemán explicándole a su nuevo becario-informático que programas tiene que instalar en los nuevos ordenadores, y de fondo, como no, el colombiano que trabaja en la sección de publicidad poniendo a todo volumen el resumen de los goles de anoche, se lo está enseñando a dos de sus compañeros alemanes que se alegran por la victoria del Barça. Tras acercarme y comentarle que lo de Pepe no era para roja directa me enseña varias fotos de la entrada: en unas no entiendo como Dani Alves no acabó con rotura de tibia y peroné, en otras ni siquiera lo toca. Hoy día viendo el nivel de la prensa con jugadores que desaparecen (fue culpa de Photoshop que como Skynet parece tener conciencia propia), con tomas desde los ángulos que a cada cual le convienen y con tanta desinformación, es difícil fiarse de una foto. Sea como sea, una roja determina un partido y esas decisiones no deberían tomarse a no ser que se esté seguro.

El partido de anoche, como los otros dos, se marcó por un Barça que acaparaba toda la posesión y un Madrid metido atrás, esperando para contragolpear en cuanto llegase el momento. La estrategia del Mourinho se ha comparado con el fútbol italiano defensivo, el de Materazzi, Ambrosini e Inzaghi, pero parece que nadie recuerda que lo que más suele criticarse a los italianos no es su racanería con el balón sino las entradas de Gattuso que se quedan sin tarjeta, los partidos en los que comienzan a perder tiempo ya en al primera parte cuando se encuentran con un gol a favor, y sobretodo, por la simulación.

 Captura de pantalla del diario As a las 23:00 y a luego a las 23:20. Recogida de este artículo de Federico Marín Bellón para ABC.

Siempre odiaba cuando Figo se tiraba piscinazos, critiqué a Di María en un post pensando que en el partido anterior se había tirado en el área y después me enteré de que no hizo teatro, he llegado a odiar al Milan y a la Juve por tener a jugadores que se van en camilla llorando y al minuto están pidiendo al cuarto arbitro que se de prisa en dejarle entrar. Simular faltas me parece algo totalmente antideportivo que debería ser más perseguido. Anoche Arbeloa se llevó amarilla por una entrada en la que Pedro acabó en el suelo con las manos en la cara, si el arbitro se hubiese tragado la escenificación habría sido roja, pero no fue la única vez que los jugadores del Barça se echaron las manos a la cara para ver si caía una tarjeta, está feo, la pillería hay que dejársela a otros, a los que la necesitan para ganar, los buenos no deberían hacer esas cosas. 

En definitiva el partido fue controlado por un Barcelona que mostraba más peligro, sin llegar a ser el de la segunda parte de Mestalla pero con más jugadas de peligro. El Madrid por su parte iba a rachas, cuando Di María se decidía a subir la presión el equipo le seguía y conseguían alguna que otra oportunidad, cuando no, lo que quedaba era esperar y presionar atrás, cada vez más atrás. Mientras estuvo Pepe en el campo Messi no existió, intentó algún regate, bajo a buscar la pelota, pero entre Lass y el portugués no tenía posibilidad de jugar.

En la segunda parte Mourinho sacó a Adebayor por Özil, que había estado bastante desaparecido, y el togolés se dedicó a presionar a los centrales y a desorganizar la salida de la pelota del Barcelona, pero entonces Pepe fue expulsado, a Messi le quitaron las cadenas, salió a la calle y volvió a reincidir. Al Madrid no le queda otra que tirar de un plan B en el Camp Nou, un plan sin Pepe y sin Ramos, hasta puede que sin Mourinho, no se exactamente como van las tarjetas con los entradores.

Hay que intentar lo imposible, ir a Barcelona y salir vivos con un 0-3. Prefiero apostar a los caballos. Lo interesante es ver el planteamiento del portugués, al quien el miedo a una goleada le puede llevar a hacer tonterías como la de seguir con un planteamiento defensivo. Yo pondría a Higuaín de titular, tal vez al lado de Adebayor, presionando a Piqué y al que le toque acompañarle. Llevaría la línea de presión a la de los centrales del Barcelona, a lo kamikaze, sabiendo que vas a morir pero intentando hacer daño, muerte con honor. Como madridista prefiero otro 5-0 arriesgando al ataque que un 1-0 triste sin realmente dar sensación de peligro. ¡Ah! No me olvido: ¡Enhorabuena!